Esta semana se cumplen los 30 años del momento de gloria de la salida de César Rincón en Madrid. Cuando comenzó, toreando una novillada en la Santamaría, en 1981, le pagaron 3.000 pesos. En 1989, cuando se convirtió en el número uno de Colombia, su tarifa ascendió a 8.000 dólares. Pero lo que lo catapultó fue paradójicamente su participación gratis en esa feria de San Isidro de Madrid, en mayo de 1991, cuando cortó dos orejas. Después de ese triunfo pasó a cobrar hasta 150.000 dólares en España y 100.000 en Colombia. Otros secretos del torero serán contados en un documental que estrenará SEMANA.