El presidente del Senado, Roy Barreras, no esconde su preocupación por el “virus de la lentitud” que aqueja a algunos funcionarios del gobierno de Gustavo Petro.

Hasta este fin de semana, desde el Palacio de Nariño no se había radicado en el Congreso el proyecto de reforma política, lo que pone la iniciativa en alto riesgo de naufragio.

Esa reforma, la más cacareada en la actual administración, es la más atrasada. El problema es que faltan 14 semanas para que se acabe la legislatura y el proyecto, de carácter constitucional, requiere cuatro vueltas, es decir, no hay tiempo.

Por su parte, la reforma educativa a la Ley 30 y un proyecto de ley para crear caminos vecinales del MinTransporte, tampoco han llegado al Legislativo.

A propósito de Roy Barreras, la semana anterior citó a una reunión privada en el Senado a la Fiscalía al comisionado de Paz y el ministro de Justicia, Néstor Osuna, para revisar el proyecto de sometimiento a la justicia con el que Petro buscaría su “paz total”.

Una fuente le confirmó a SEMANA que el presidente del Senado tiene “profundas preocupaciones” porque la iniciativa, si no se redacta con ‘filigrana’, puede terminar en un reciclaje de los capos del narcotráfico.

Es decir, podría generar una salida masiva de las cárceles de narcotraficantes.

Recordemos que el exjefe negociador de Paz Humberto de la Calle advirtió que “no debería haber justicias transicionales para las bandas criminales porque podría traer consecuencias desestabilizadoras para Colombia”.