En el Congreso varios senadores y representantes ya empezaron a cancelar las vacaciones que tenían planeadas para mitad de año, pues sospechan que con el retraso que hay con las reformas laboral y pensional el Gobierno los va a citar a sesiones extra.

Lo que más les molesta es que, a comienzos de año, la administración Petro también los llamó a extras y no se avanzó en ningún proyecto. Como quien dice, los dejaron sin vacaciones por lado y lado. Por su parte, el Gobierno necesita sacar las reformas antes del 20 de julio, cuando se instalan las nuevas mesas directivas, pues ya no tendrá el control absoluto de las plenarias.