Gustavo Petro no tiene al Congreso de su lado para la aprobación de su reforma a la salud. Ni siquiera a la totalidad del Pacto Histórico, su coalición de gobierno. SEMANA conoció que, aunque el primer mandatario está confiado en su gente, algunos congresistas están que botan la maleta y a un paso de rebelarse porque el Gobierno no les ha dado burocracia en las regiones. Este jueves 23 de noviembre faltaron algunos congresistas petristas al fallido debate de la salud, varios de ellos molestos porque el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, está preocupado por los votos de La U, el Partido Liberal, los verdes y el Partido Conservador y no por los de su propia casa. Hay dirigentes cansados porque, incluso, en la propia izquierda la torta está repartida en fracciones poco equitativas. Además, en sus departamentos les exigen puestos, pero no tienen qué ofrecer.