El precandidato presidencial Rodolfo Hernández no solo está optimista con los buenos números que le arrojan las más recientes encuestas, sino que desde ya imagina cómo sería su posesión presidencial en caso de resultar elegido en 2022.
Para empezar, anunció que no tomaría juramento en la Plaza de Bolívar de Bogotá, como es costumbre. Lo hará en el pueblo más pobre de Chocó y solo asistirán cinco invitados: el presidente del Senado –quien fungirá como notario–, su esposa, su mamá y sus hijos. Otros invitados no tendrán cabida. “Acabaré con esa lagartería”, le confesó a SEMANA.
El exalcalde de Bucaramanga afirmó que averiguó y solo ese día se destinan 2.500 millones de pesos en el evento cobijado por la diplomacia, una cifra que le parece exagerada ante las necesidades del país. El día de su posesión, según ha pensado, no habrá sombrillas, sillas, sonido, cámaras, caviar, pasabocas, whisky. “¿Eso para qué? Mientras tanto el pueblo está muriéndose de hambre”, afirmó. “Lo único que compraré es un lapicero kilométrico para firmar el acta de posesión”, añadió.
Hernández no ve conveniente las suntuosidades, por eso no desaprovechó para criticar las monedas protocolarias recubiertas de oro que mandó a elaborar el gobierno de Iván Duque.
El exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández es el candidato sorpresa, a ocho meses de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2022. En el gran estudio electoral de SEMANA, Hernández obtiene el 5 % de intención de voto. Teniendo en cuenta que el margen de error de la encuesta es del 2,4 %, el exmandatario está en empate técnico con Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán por el segundo lugar en la intención de voto.