Ante la grave problemática de desorden público que se presenta en estos momentos en el país por las invasiones de propiedades privadas, el gobierno del presidente Gustavo Petro, el 30 de agosto, hizo un llamado a quienes ocupan estos terrenos, para que los desalojaran 48 horas después, sin embargo, esto no ha sucedido.

Tanto la Defensoría del Pueblo, liderada por Carlos Camargo, como la Procuraduría de la Nación, a cargo de Margarita Cabello, han manifestado en los últimos días su intención de involucrarse para marcar una hoja de ruta que ayude a solucionar y a proteger los derechos de quienes piden tierras, así como a contrarrestar un problema social que no solo es de convivencia sino de orden público.

Entre tanto, algunos líderes políticos, entre ellos, el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, hablaron del tema. En su cuenta oficial de Twitter se refirió al barrio zipaquireño, que fundó el hoy presidente de Colombia, cuando militaba en el M-19.

“Inicio de vida política de @petrogustavo está ligado a invasión para hacer barrio Bolívar 83 en Zipaquirá. Petro tiene clara importancia de tierra para resolver necesidad de vivienda y hacer bien las ciudades. Reforma urbana sería mucho más efectiva para generar igualdad que la agraria”, precisó.

La historia del barrio Bolívar 83

Para el año 1983 la bandera del M-19 ondeaba los cerros de Zipaquirá, más exactamente del barrio Bolívar 83, como resultado de la sublevación de la gente pobre de la región contra la autoridad y el Estado.

Cuando Petro tenía 23 años y era el personero del pueblo, presidía reuniones en las que hablaban del derecho que tenían los pobres de poseer un techo y, para lograrlo, debían conseguir un terreno del cual apropiarse.

Carta al Pueblo era el periódico en el que él y otros militantes escribían sobre las problemáticas sociales, mismas que llevaron a cientos de personas a participar de la toma de un terreno de la Curia del que Petro pensó era fácil adueñarse. Los curas que conocían al hoy presidente profesaban amor al pobre basándose en las enseñanzas de San Francisco de Asís.

“Yo lloraba de la frustración, pero no nos rendimos, muchos salimos heridos”, narra Elder Cuervo, una abuela de 80 años, fundadora del barrio Bolívar 83, quien recuerda el momento en el que el presidente Gustavo Petro, les había indicado que tenían que resistir 72 horas para cumplir la meta hasta que llegó un grupo especial de policías.

Sin embargo, el hoy presidente de los colombianos reconoció en su libro Una vida, muchas vidas, que se equivocó en el plan de ese día.