El presidente Gustavo Petro defendió este martes su decisión de ordenar al Ejército Nacional que no interviniera durante los hechos registrados la semana pasada en San Vicente del Caguán, Caquetá, en los que fue secuestrado un contingente del Esmad y fue asesinado por campesinos el subintendente Arley Monroy.

“La orden dada al Ejército de no intervenir en los hechos de San Vicente la di yo como comandante de las Fuerzas Militares. Una intervención militar ante una manifestación de 7.000 campesinos solo puede generar una masacre. Que hagan eso las dictaduras, pero una democracia jamás”, dijo el mandatario.

Y agregó: “Fue en el primer momento de la asonada contra la empresa Emerald donde murieron tanto los campesinos como el subintendente Monroy. Solo después con la llegada del Gobierno se logró la liberación de todo el personal retenido y la negociación pacífica”.

En respuesta, la senadora María Fernanda Cabal cuestionó al presidente sobre si él habría sido “cómplice del delito de omisión” por la decisión tomada.

“Usted con la orden que dio, permitió que le violaran los Derechos Humanos a ese grupo de 6 trabajadores y 78 policías, donde asesinaron al subintendente Ricardo Monroy. Estuvieron a pocos metros del Ejército y su orden fue no actuar. ¿Es responsable por omisión en este caso?”, dijo Cabal.

“¿Entonces usted es cómplice del delito de omisión? Los criminales que usted apoya y llama “guardia campesina” no se salvarán de ser investigados, a pesar de su esfuerzo por encubrirlos”, subrayó.

Horas antes, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, admitió que no se ordenó al Ejército apoyar a los policías secuestrados en San Vicente del Caguán.

Velásquez dijo que de haberse presentado una intervención militar la tragedia hubiera sido mayor. “El apoyo muy fácil decirlo desde Bogotá, es muy fácil decirlo cuando no se ve en la magnitud de lo que significaba esa presencia de miles de campesinos, que cualquier acción que se hubiera producido hubiera generado una tragedia (...) El propio comandante del pelotón que se encuentra al frente de esa empresa Emerald, con el que igualmente estuve conversando, me decía: yo veía, pero sabía que podía generarse algo mucho grave si nosotros interviniéramos, si nosotros afrontábamos con las armas, porque estamos preparados para usar las armas. ¿Se imaginan ustedes cómo habría sido esa batalla campal en esas circunstancias?”, sostuvo.