La Organización de Estados Americanos (OEA) convocó a los países miembros para votar una resolución que condenaba la violación de derechos humanos por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, el pasado 12 de agosto.

Ante ese llamado, Colombia -que como país miembro también estaba solicitado- hizo caso omiso, pues no envió a ningún diplomático, gesto que muchos interpretaron como el hecho de no apoyar la condena de violación de DD. HH. que se comete en Nicaragua.

Al respecto, varios personajes políticos se han pronunciado, como lo hizo el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien en su cuenta de Twitter expresó que era “preferible la franqueza del presidente Petro, que permite disentir u oponerse”, a -lo que calificó como- “‘maturrangas’ de diplomáticos”.

Por su parte, el viceministro de Asuntos Multilaterales, Juan José Quintana, dijo a Noticias Caracol que el canciller Álvaro Leyva dio la instrucción de no asistir, aunque que no explicó las razones que motivaron dicha decisión, que evitó que Colombia hubiese firmado el documento de la declaración contra las acciones de Ortega, las condiciones de los presos políticos y los hostigamientos contra la Iglesia católica en ese territorio centroamericano.

Entre tanto, el embajador colombiano ante la OEA, Luis Ernesto Vargas, expresó en redes sociales que el gobierno del presidente Petro no tenía responsabilidad alguna: “Alguien empezó a culparnos como funcionarios sin que aún lo seamos. No hemos sido nombrados, mucho menos hemos presentado documentos para la posesión, pero ya nos están imputando omisiones. Tengan la decencia de investigar. Y fui juez de carrera: ¡solo decidí con base en pruebas!”.