La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunció que se intensificará la identificación de extranjeros y creará un comando de operaciones contra estructuras criminales en los que participa población migrante. No obstante, las declaraciones de la mandataria han sido causa de polémicas y rechazos por parte de otros políticos e instituciones que vigilan los derechos humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
López señaló, además, que las “estructuras criminales de población migrante están siendo un factor de inseguridad” en la ciudad y que “están operando con un altísimo nivel de violencia”.
Ante las declaraciones, el senador de la Colombia Humana y precandidato presidencial, Gustavo Petro, manifestó su rechazo. Petro arremetió contra la propuesta de la mandataria, asegurando que era fascista y mencionando que el problema de inseguridad radicaba en el hambre. Además, Petro le lanzó una pulla en la que la acusa de dirigir más esfuerzos hacia TransMilenio que hacia la protección de hogares vulnerables en Bogotá.
“Esta propuesta de Claudia es simplemente fascista. El incremento de la delincuencia tiene una raíz social: el crecimiento del hambre por una desafortunada política de dirigir el recurso público a TransMilenio y no a los hogares vulnerables. La seguridad en Bogotá es comida”.