El magistrado José Joaquín Urbano es el primer magistrado en la historia del país que decidió no posesionarse ante el presidente de la República.
Se trata del nuevo integrante de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, quien a través de una carta decidió que su llegada la oficializara el presidente del alto tribunal, en la actualidad, el magistrado Gerson Chaverra.
La carta reposa en la Secretaría General de la Corte Suprema de Justicia y el magistrado Urbano tomó la decisión, bajo la nueva Ley Estatutaria, que le da la posibilidad al nuevo togado de escoger quién lo posesiona: el Presidente de la República, el Presidente de la Corporación o ante un notario.
En esta ocasión, el nuevo magistrado de la Sala Penal decidió que su nombramiento lo oficialice el magistrado Gerson Chaverra, presidente de la Corte Suprema de Justicia. Pero esta solicitud tuvo que pasar antes por la Sala Plena del alto tribunal para que recibiera la autorización de la nueva norma.
Esa Ley Estatutaria lo que buscó era no limitar a los jueces para que se posesionen únicamente ante el presidente de la República, sino que puedan tener otras opciones y hasta elijan ante qué instancia desean oficializar su llegada a alguna de las altas cortes.
La norma específica que le abrió la puerta al nuevo magistrado Urbano para que lo posesione Chaverra es el artículo 18 de dicha ley, la cual antes establecía que solo el Presidente de la República podía posesionar a un togado; sin embargo, la Corte Constitucional la modificó para garantizar la autonomía del juez.
La decisión de Urbano se da en medio de las tensiones que han existido entre el presidente Petro y las altas cortes. El mandatario ha sido fuertemente cuestionado por llamar “negro conservador” al presidente de la Corte Suprema de Justicia en medio de la posesión de la defensora del Pueblo, Iris Marín.
Por ese capítulo, los magistrados de la Sala Plena de ese alto tribunal decidieron días después no asistir a la posesión de la nueva magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, Claudia Expósito, como un gesto de solidaridad con el presidente de la corporación.
El nuevo magistrado de la Sala Penal de la Corte ha sido juez, magistrado de tribunal, es experto en ciencias penales, criminológicas y tiene una amplia experiencia como docente.