Al presidente no le gustó que integrantes del gabinete hayan cuestionado la llegada de Armando Benedetti como asesor en la Casa de Nariño y les dejó claro que tiene autonomía en las decisiones, y que aquellos que no las compartan pueden retirarse de sus cargos. Nadie le respondió. Algunos solo le dijeron que querían tener certeza sobre las funciones del saliente embajador ante la FAO. Como Petro estaba tan molesto, aprovechó para advertirles a sus ministros y altos funcionarios que quienes tengan aspiraciones en 2026 deberán renunciar antes del 31 de diciembre de este año. Su meta es iniciar 2025 con un gabinete consolidado. Aunque muchos quieren hacer política y tienen la renuncia entre sus cálculos, no imaginaron que Petro les iba a poner ese límite. Algunos están evaluando si dimitir o no.