El fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, se destacó en el escenario del congreso de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), no solo por sus palabras incisivas, sino también por una ovación unánime que recibió antes de su discurso. Este momento ocurrió en medio de crecientes diferencias entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y la Fiscalía.
Durante su intervención, el fiscal Barbosa no eludió las tensiones actuales y subrayó la existencia de una profunda crisis institucional. Aunque sin mencionar nombres, hizo referencia al caso de la exministra del Deporte, María Isabel Urrutia, quien enfrenta cuestionamientos legales debido a la presunta firma masiva de contratos sin justificación. Barbosa aprovechó este ejemplo para señalar la urgente necesidad de abordar tales irregularidades y subrayar la importancia de la transparencia en la gestión pública.
El discurso del fiscal también incluyó críticas a lo que describió como “prácticas violatorias de los derechos humanos en muchos lugares del territorio nacional”, junto con una “persecución al sector privado y a los empresarios”. Además, denunció el aumento de la violencia contra líderes sociales y las crecientes masacres, todo ello en el contexto de una creciente inseguridad ciudadana. El fiscal hizo hincapié en su compromiso con la democracia y con el Congreso de la República que, según sus palabras, respaldan la defensa de los principios democráticos.
A pesar de las tensiones y los desafíos, el fiscal Barbosa también resaltó los logros de su gestión, incluida la imputación de cargos a 33 personas, entre funcionarios y exfuncionarios, de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) en relación con las presuntas irregularidades en la contratación pública ejecutada por Odebrecht. Estas personas enfrentarán cargos por presunto interés indebido en la celebración de contratos, relacionados con su influencia en la suscripción de modificaciones contractuales que habrían beneficiado a la multinacional brasileña.
La ovación espontánea que recibió el fiscal Barbosa durante su discurso reflejó, para algunos sectores, la tensión y el interés público en los asuntos cruciales que tienen enfrentados a los poderes Ejecutivo y Judicial.