El exprocurador Fernando Carrillo reapareció este martes y habló en un evento sobre la ética, la lucha anticorrupción y lo público. Allí, Carrillo, quien viene de pasar cuatro meses en la prestigiosa Universidad de Harvard y está de regreso en Colombia, señaló:
“La ética ha invadido lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, pasa a ser un activo fundamental de toda empresa. Hoy, digamos, y perdonen que use ese verbo pero, la ética vende. Los valores venden. La gobernanza corporativa está alrededor de estos valores que son esenciales para darle esos nuevos contenidos a un producto, la defensa del patrimonio público, la defensa del medioambiente, la lucha contra la desigualdad, en fin, son elementos esenciales de la producción de algo que en el pasado, de pronto, no se tenía en cuenta”, dijo el exprocurador.
Y agregó: “A nivel de comportamientos individuales, frente al tema de la corrupción el desarrollo de una cultura organizacional que impida el que se calle a una persona frente a un hecho de esa naturaleza, que sancione al que incite a una serie de conductas de esta naturaleza o que las tolere y que conviva con ella, es necesario. Lo que está claro es que una organización corrupta hace funcionarios corruptos. Cuando uno tiene una multinacional como la tenía Odebrecht que tenía un edificio dedicado a los sobornos, es evidente que la ética de sus funcionarios iba de manera proporcional con la empresa”.
Carrillo le dio una entrevista a SEMANA hace un par de meses en la que mencionó también el tema Odebrecht. Luego de que se le preguntara por sus decisiones en el polémico caso y los señalamientos de algunos sectores que insisten en que durante su Procuraduría no hubo ningún tipo de sanción, dejó claro que “eso es una gran mentira”
“Lamento mucho la desinformación de quienes quieren minar la legitimidad y todo lo que hicimos en la Procuraduría. Los hechos hablan solos. Nosotros logramos con una acción popular la condena más alta que ha proferido una instancia judicial contra Odebrecht y sus socios. Ningún tribunal de justicia en América Latina, salvo el Departamento de Justicia en Estados Unidos, que no es América Latina, profirió una sanción económica tan alta que de hecho es símbolo de nuestra lucha contra la corrupción”, dijo en esa entrevista Carrillo, destacando que fueron 280 millones de dólares.
“Además de lo que logramos en el tribunal de arbitramento, gracias a los árbitros en una lucha en la que el concepto de la Procuraduría fue fundamental. Y una tercera línea, la forma como acusamos a los ejecutivos brasileños que prácticamente salieron impunes desde el punto de vista penal. Menciono esas tres decisiones, para no extenderme, que tocaron el corazón de la corrupción. Lo que más les duele a los corruptos es que les toquen el bolsillo”, concluyó.