A propósito del caso de Érika Aponte, la mujer asesinada por su pareja en Bogotá en pleno Día de la Madre, SEMANA revisó qué tanto ha servido la llamada ley Rosa Elvira Cely que aumentó las penas por feminicidio hasta los 50 años de cárcel para disuadir a los potenciales feminicidas. El resultado es bastante preocupante. Desde 2015 hasta la fecha, los casos no han hecho más que aumentar. Mientras que en 2015 la Fiscalía abrió 117 noticias criminales por este delito, en 2022 fueron 566. Es decir, un aumento del 500 por ciento.