Lo que muchos no saben del maestro Fernando Botero es que fue un gran aficionado de la tauromaquia. De hecho, se vistió de luces como novillero y habitualmente toreaba en el campo colombiano. Su cercanía con César Rincón está documentada y le obsequió un hermoso capote de paseo, que Botero le entregó en París y que lució en varios paseíllos.

El maestro, que se fue a los 91 años, era habitual visitante de las plazas en Colombia, Sevilla o Madrid, donde siempre estaba en la barrera junto con su esposa, Sophia Vari, quien también era taurina. Botero, además, fue mecenas de varios toreros y este domingo 17 de septiembre Juan de Castilla confirmará su alternativa en Las Ventas, de Madrid, y seguramente elevará su montera al cielo para agradecerle al maestro haber creído en él e impulsar su carrera.