Una de las haciendas del temido exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, objeto de extinción de dominio en 2006, terminó en manos de la Policía para un proyecto contra la minería ilegal en el Bajo Cauca antioqueño. Después de más de una década de litigios ante la Justicia, ese terreno de 715 hectáreas, conocido como Hacienda Paraguay, fue entregado a los uniformados para crear un laboratorio científico del que salen plantaciones que recuperan las tierras contaminadas por la minería ilegal. ¿Ocurrirá lo mismo con las haciendas de Cuco Vanoy, en Tarazá?