Causó un sismo en la política el ofrecimiento que le hizo Germán Vargas a Simón Gaviria para que sea su vicepresidente. Como el Partido Liberal y La U quieren formar una coalición para llegar a un candidato único que se enfrente en la primera vuelta al uribismo y a Vargas Lleras, la indignación entre las directivas de esos dos partidos fue total. El único que no se indignó fue el expresidente César Gaviria, quien hasta hace poco tiempo había sido el mayor enemigo de Vargas. El problema que tiene el actual vicepresidente es que, si bien puede tener apoyo en las bases del liberalismo y de La U, tiene el total rechazo de los jefes. Simón no descarta pero no ha confirmado.