Colombia ha avanzado en superación de la pobreza, al pasar de una pobreza monetaria del 33,8 % al 30,6 %. Sin embargo, cuando llega la hora de las transferencias que se irrigan para la población más vulnerable, desde la percepción se dibuja un panorama de necesidades de una amplia población.

Principalmente en las regiones distintas a las áreas urbanas de las 13 principales capitales, donde se concentran las oportunidades para las personas. En las ciudades intermedias y pequeñas, al igual que en la zona rural, la pobreza es más visible y suena más generalizada en comparación con la media nacional.

Se está viendo en la ciudad de Cartagena, donde se presentan aglomeraciones y bullicios en la puerta del Banco Agrario, entidad que se encarga de los giros a la población en todo el país.

Levantando la cédula, las personas angustiadas solicitaban que los dejaran entrar a las instalaciones de la entidad bancaria que ya, de por sí, estaba atestada de gente en su interior, principalmente de beneficiarios de la renta ciudadana. Decían que tenían su código, mostraban su celular, pero nada que fluía su solicitud.

Desde el banco explicaron que las colas y aglomeraciones alrededor de Renta Ciudadana tienen su razón. Arrancó este lunes 30 de septiembre y muchas personas acuden porque creen que la plata se va a acabar, explicaron. Los ciudadanos beneficiarios deben saber que, por todos, hay unos plazos, unas modalidades para la entrega, incluso pico y cédula.

La situación se acentúa más en los departamentos de la costa Caribe, pero también en otros que concentran mucha población necesitada.