Esta semana, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, y el de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, cumplen su primer mes de ser elegidos y no se han reunido con el presidente Petro en la Casa de Nariño, como es tradición. Aunque con Salamanca el presidente se encontró recientemente en la Plaza de Toros en Bogotá, el cara a cara que se extendió durante pocos minutos fue casual y no institucional. Petro ha hablado con ambos por teléfono, pero no es suficiente y en el Congreso empiezan a creer que las buenas maneras empezaron a perderse en la Casa de Nariño, lo que podría tener efectos en las reformas estructurales.