El exsenador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, arribará a Colombia el próximo martes 14 de febrero y de inmediato encabezará la concentración de sectores afines al Gobierno nacional que pretenden respaldar desde la Plaza de Bolívar en Bogotá las reformas que empezará a estudiar el Congreso en los próximos días.
El excongresista retornará al país después de un maratónico recorrido por Europa, donde se reunió con grandes personalidades de la academia, la política y el urbanismo, una gira que llevó a varios de sus seguidores a contemplar la posibilidad de que estuviera ambientando su campaña a la Alcaldía de Bogotá por el Pacto Histórico.
Aunque a Bolívar le apasiona la contienda política y convertirse en el eventual sucesor de la alcaldesa Claudia López, por ahora no ha decidido oficialmente si será candidato a la Alcaldía de Bogotá.
El exsenador tiene reconocimiento, el respaldo del Pacto Histórico, que no descarta una consulta popular para definir una única candidatura, pero hay un tema que lo tendría pensando: el económico.
Bolívar fue sincero y le reconoció a los colombianos que renunciaba al Senado porque tenía unas deudas que debía asumir y el salario de congresista no le permitía pagar los gastos. Al contrario, la redacción de guiones de televisión con canales nacionales e internacionales le resultaba más rentable.
Sin embargo, el salario de un alcalde de Bogotá es mucho menor que el de un congresista. Mientras un senador devenga 35 millones de pesos, menos los descuentos de ley, un mandatario de la capital del país tiene un salario que no supera los 20 millones mensuales.
Bolívar tiene claro que “no se puede hundir más económicamente”. En otras palabras, si acepta ser candidato a la Alcaldía y si, eventualmente, se convierte en mandatario, en lugar de subir de ingresos los bajaría.
¿Aceptará Gustavo Bolívar? En marzo se conocerá su decisión oficial. Por ahora, regresará a Bogotá, participará de la concentración ciudadana en favor de las reformas de Gustavo Petro y posteriormente decidirá su futuro.