SEMANA conoció que en la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, hay preocupación debido a la demora que ha tenido el gobierno del presidente Gustavo Petro para nombrar el superintendente. En ningún cambio de gobierno se habían demorado tanto en designar a la cabeza de la entidad. Un mes después de la llegada del nuevo presidente de la República, ni siquiera se ha abierto la convocatoria para conocer quiénes podrían sonar en el cargo.

“Sentimos que no somos prioridad para el gobierno”, dijo una de las personas que renunció hace unas semanas frente a tanta incertidumbre. En los últimos meses se han ido de la entidad personas que llevaban más de una década trabajando, entre superintendentes delegados, y asesores.

Actualmente está como superintendente encargado, desde el pasado 1 de agosto, Juan Camilo Durán Téllez, quien fue delegado y asesor de Andrés Barreto, el superintendente saliente. La demora en nombrar al nuevo superintendente está afectando a la comunidad en general y la carga laboral en los funcionarios, según se pudo establecer al hablar con varias fuentes al interior de la entidad.

Por un lado, hay procesos represados, pues venían trabajado bajo los lineamientos de una interpretación de la norma que fue refutado en medio de la transición por un tribunal, lo que requiere nuevas directrices para destrabar los casos, directrices que solo puede dar quien esté oficialmente en el cargo, para evitar traumatismos.

Por otro lado, al presentarse varias renuncias, los jueces doblaron sus responsabilidades para tratar de cubrir los vacíos que dejan quienes se han ido, así que tienen acumulación de procesos. Mientras no nombren al superintendente están frenadas las contrataciones. Y por el contrario SEMANA conoció que se avecinan más renuncias.

En comunicación a SEMANA, la Superintendencia señaló: “La Superintendencia de Industria y Comercio se permite informar que todas las delegaturas de la Entidad se encuentran funcionando con total normalidad, dando cumplimento al plan de trabajo y siguiendo los lineamientos establecidos por la administración sin que se hayan dado cambios de directriz. Se han presentado renuncias en diferentes áreas durante las últimas semanas, lo cual es normal en etapa de transición entre gobiernos, las cuales se han suplido con encargos que están cumpliendo a cabalidad con su tarea. De otra parte, es pertinente recordar que los funcionarios de rango asesor y directivo son de libre nombramiento y remoción, por lo que su renuncia voluntaria o retiro, son situaciones típicas y normales en la administración pública. En cuanto se convoque y designe al nuevo, o la nueva, Superintendente, este(a) podrá tomar las decisiones administrativas y funcionales que a bien tenga”.