Un nuevo escándalo sacudió esta semana al gobierno del presidente Gustavo Petro, luego de que SEMANA publicara en exclusiva el testimonio de un testigo que sostuvo varias conversaciones con el fallecido coronel Óscar Dávila, quien fue hallado muerto el pasado 9 de junio en Bogotá.

Tras el impacto mediático que tuvieron las revelaciones, la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, rompió el silencio mediante un comunicado de prensa y desmintió las declaraciones del testigo. Además, recalcó que todo este escándalo tiene como fin desestabilizar al actual gobierno.

“Cada vez es más evidente que esa clase de afirmaciones, más allá de dañar mi nombre, tienen como propósito atacar la honorabilidad del presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, y la confianza en el Gobierno nacional”, precisó la politóloga.

Ingrid Betancourt, excandidata presidencial, no dejó pasar por alto las afirmaciones de la exfuncionaria y le respondió rápidamente en su cuenta personal de Twitter, donde la acusó públicamente de poner en riesgo la libertad de prensa y la democracia en Colombia.

“Hasta ahora lo que han revelado los medios de comunicación ha sido confirmado por los hechos, mientras que las explicaciones de Laura Sarabia, Armando Benedetti y Gustavo Petro han sido desmentidas por los mismos hechos. ¿La defensa que les queda es atacar a SEMANA?”, indicó inicialmente.

Luego, sentenció: “Deben defenderse ante la justicia, diciendo la verdad. Esas amenazas veladas tanto del presidente como de Laura Sarabia ponen en riesgo la libertad de prensa y nuestra democracia”.

Cabe recordar que todo este escándalo comenzó después de que Marelbys Meza, exniñera del hijo de Laura Sarabia, reveló en SEMANA los angustiantes momentos que padeció en enero pasado, debido a que funcionarios del actual gobierno la ingresaron a un sótano al frente de la Casa de Nariño para someterla al polígrafo.