Esta semana Iván Name se despidió de la presidencia del Senado y su balance fue negativo, entre otras razones, porque no cumplió una de las metas que se trazó: levantar la imagen del Congreso. Según Invamer, 68 % de los ciudadanos tienen una imagen desfavorable del Legislativo. Lo preocupante para Name es que, en abril de 2024, ese indicador estaba en 63 %. Eso quiere decir que las explosivas declaraciones de Sneyder Pinilla y Olmedo López, en las que lo señalan de recibir 3.000 millones de pesos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) para ayudar a empujar las reformas, tuvieron un impacto negativo. “Estoy montado en una cruz y crucificado”, dijo Name.