Seis meses después de haber roto la negociación con el ELN, tras el atentado de la Escuela General Santander, los negociadores de ese grupo guerrillero están felices en La Habana. Como el Gobierno no cumplió los protocolos pactados que obligaban a traer a los guerrilleros a la selva en Colombia, en vez de perjudicarlos, terminó haciéndoles un favor. Pablo Beltrán, Gabino, y demás miembros del Coce se quedaron en Cuba, donde gozan de la protección de las autoridades de la isla y le dan órdenes desde la playa a sus tropas mientras beben mojitos con gafas de sol.