Una investigación de El Espectador revela cómo desde finales de los años ochenta Joe Biden ha estado firme con el combate el narcotráfico en Colombia. La razón sería que su hijo Hunter, en su juventud, fue adicto a la cocaína. Eso llevó al entonces senador a liderar en el Congreso la política antidroga. Su presión habría influido a que los presidentes Reagan, Bush padre y Clinton hubieran adoptado la guerra contra la droga como una de sus banderas. Esa cruzada lo puso en el radar de Pablo Escobar, lo cual, según el diario, llevó a que fuera reforzada su seguridad, pues los tentáculos del jefe del cartel de Medellín llegaban hasta Estados Unidos.