La activista Juanita Goebertus, directora de la división de las Américas de Human Rights Watch, se ha caracterizado por no sentar posiciones fuertes frente a la criminalidad que azota al país. Tampoco ha hecho una defensa férrea de las víctimas. En cambio, desde su cargo, está muy dedicada a hacer politiquería con el caso del expresidente Álvaro Uribe. Aunque a ella no le corresponde, hoy sorprendió pidiendo la renuncia del fiscal del proceso.
Goebertus sigue el libreto de activista de izquierda de su antecesor, José Miguel Vivanco. Ella debería respetar el debido proceso y dejar que sean los jueces quienes definan si aceptan o no la preclusión del caso Uribe. No puede pretender ella intimidar a la justicia colombiana desde su cargo. Hay que recordar que Goebertus formó parte del equipo del gobierno de Juan Manuel Santos en las negociaciones con las Farc en La Habana. Uribe siempre se opuso a dicho proceso tal cual como se realizó. ¿Le estará pasando una cuenta de cobro?