El expresidente Álvaro Uribe atraviesa por una verdadera encrucijada política por cuenta de la reforma tributaria. Esta semana no logró convencer a Germán Vargas Lleras ni al expresidente César Gaviria para que sus bancadas apoyen el proyecto en el Congreso.
En una reunión con el Centro Democrático en la noche de este jueves, que se extendió durante más de dos horas, Uribe escuchó virtualmente a sus congresistas, divididos entre quienes piden retirar la reforma y presentarla de nuevo y los que insisten en que se mantenga y se ajuste en medio del trámite. El encuentro, según conoció SEMANA, fue tenso porque hubo posiciones encontradas.
Sin embargo, la reforma seguirá su curso porque retirarla podría leerse, al menos de momento, como un triunfo político del Partido Liberal y Cambio Radical, además de la oposición, y una derrota para el uribismo de cara a las elecciones del 2022.
Uribe, al finalizar la reunión, les puso una tarea a sus senadores y representantes: dialogar con los liberales y los militantes de Cambio Radical cercanos al expresidente Gaviria y a Vargas Lleras para que los dos cambien de opinión y al menos se sumen a la construcción de las modificaciones del proyecto en su ponencia durante los próximos días.
El Gobierno tiene urgencia en lograr un consenso y modificar la tributaria durante su paso por el legislativo porque el tiempo corre, el hueco fiscal del país es una realidad y la próxima semana la oposición promueve un paro que podría agudizar el futuro de la reforma.