Sigue el descontento en la fuerza pública entre activos y retirados. En todas las dependencias se comenta el desplante que le hizo el presidente Gustavo Petro a la tropa el día que no fue capaz de ponerse de pie mientras asumía el mando el mayor general Hugo Alejandro López como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares. La imagen fue reveladora. Se vio a un Petro displicente, irrespetuoso y poco empático con lo que representan los generales. Sin duda, al mandatario le va a tocar, por lo menos, estudiar más el protocolo para no actuar como lo hace, pues los uniformados se sienten irrespetados por su máximo comandante en jefe. Ya han pasado muchas cosas, entre otras, que Petro se ha “intoxicado” dos veces antes de recibir a su nueva cúpula militar: cuando empezó el Gobierno y cuando iba a asumir el nuevo comandante del Ejército. En ambas oportunidades hubo que aplazar las ceremonias. Increíble.