Jorge Luis Colmenares ha sido una de las víctimas silenciosas de la muerte de su hermano Luis Andrés. Aunque el país ha visto el dolor de sus padres, poco se ha conocido lo que tuvo que sufrir el hermano menor, quien apenas era un adolescente cuando ocurrió la tragedia.
Según contó en el lanzamiento de Mi viacrucis, el libro de su mamá, Oneida Escobar, él perdió el rumbo por varios años en medio de la fiesta, las peleas y el alcohol. Lo salvó, en cierto grado, el abogado Jaime Lombana, quien lo invitó a formar parte de su oficina cuando apenas era un joven universitario.