La noticia política en Estados Unidos durante el fin de año fue el nombramiento del excandidato presidencial John Kerry como remplazo de Hillary Clinton en la Secretaría de Estado. En Colombia nadie le ha parado muchas bolas a esa transición, pero hay un aspecto que vale la pena recordar. Cuando era candidato presidencial en 2003 contra George W. Bush, le preguntaron qué opinión tenía del conflicto colombiano y los nexos de este con el tráfico de droga. Kerry respondió que si bien la financiación de esa guerra con el narcotráfico le parecía totalmente inaceptable, consideraba que la guerrilla colombiana tenía “reclamos justificados”. Esa frase puede sonar normal pero en boca del hombre que va a fijar la política internacional de los Estados Unidos no puede pasar desapercibida.