El paso de los exguerrilleros del M-19 por el Gobierno de Gustavo Petro no ha sido el mejor. Carlos Ramón González resultó involucrado en el escándalo de corrupción de la UNGRD y renunció a la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) para defenderse. SEMANA conoció que la relación hoy entre Petro y González es fría. Esta semana también renunció el superintendente de Servicios Públicos, Dagoberto Quiroga, amigo personal de Petro. Su salida se produjo en medio del ruido y especulaciones sobre posibles intereses y favorecimientos. Como si fuera poco, Carlos Fernando García Manosalva, otro ex-M-19, también salió de la dirección de Migración Colombia. A él lo investiga la Procuraduría por supuestas irregularidades en la adjudicación de contratos. Estos hechos demuestran las divisiones entre un sector fuerte de la Casa de Nariño y los exsubversivos, quienes dicen sentirse perseguidos.