En el Congreso Colombiano de Derecho Procesal el presidente de la Corte Suprema de Justicia hizo un comentario muy llamativo. En su discurso, en el que se refirió al futuro de la justicia, dijo que había visto una película que lo había impactado.

“Hoy, cuando pensamos en el futuro, es inevitable no referirse al impacto de la Inteligencia Artificial en la justicia”, aseguró antes de narrar que se acaba de estrenar una película española que “plantea los dilemas y las alertas de la inteligencia artificial en la justicia”.

Su director agregó que justifica la ambientación de la película en el mundo judicial “por su carga simbólica y porque reúne dilemas éticos y políticos”.

Aunque no mencionó el nombre, se trata del filme de Simón Casal, titulado Justicia Artificial. La sinopsis de la película en la Cinemateca de Bogotá la presenta así:

“El gobierno español anuncia un referéndum para aprobar un sistema de Inteligencia Artificial en la Administración de Justicia que promete automatizar y despolitizar la justicia, sustituyendo, en la práctica, a los jueces y juezas en todos los tribunales del país. Carmen Costa, una reconocida jueza, es invitada a trabajar en el desarrollo del proyecto, pero la repentina desaparición de Alicia Kóvack, creadora del sistema, provoca una gran desconfianza en ella, hasta el punto de entender que está descubriendo la punta del iceberg de una conspiración que pretende controlar, desde la justicia, a todo un país”.

El presidente de la Corte aseguró que “ningún algoritmo puede reemplazar la decisión presencial y carga humana de los jueces y la resolución de los conflictos”. Y enfatizó al asegurar que la justicia debe ser “cautelosa” pues el avance tecnológico trae beneficios, pero también peligros.