Era indelegable. A la cita que tuvo la ministra de Minas, Irene Vélez, este viernes 21 de julio en la Corte Constitucional, tenía que ir sí o sí, y allá se presentó, luego de todo el ruido que generó su renuncia al cargo, del cual no se soltaba pese al paquete de críticas que habían llovido sobre su gestión.

El citante era nada menos que el Alto Tribunal, en donde se resuelven varias demandas contra la reforma tributaria, pero, particularmente, las que intentan tumbar el artículo de la ley que prohíbe que las empresas de la industria extractiva puedan deducir las regalías que pagan al sistema de regalías, cuando van a presentar la declaración de renta.

La intervención de Vélez fue breve. Más bien le dio paso a la viceministra de Minas, Johana Rocha Gómez, quien expuso los argumentos de doble naturaleza de las regalías: son una contribución y se causan sin perjuicio de que aplique otro tipo de compensación.

La agenda de la ministra Vélez, además de acudir a la cita de la Corte, concluye el lunes, según lo expuso en su carta de renuncia.

Claro está, aún falta una pieza del rompecabezas, y es la aceptación oficial de su dimisión, por parte del presidente Gustavo Petro.