El panorama de TransMilenio es alarmante. Entre 2018 y 2023, el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) ha requerido la astronómica cifra de 11,3 billones de pesos, un poco más de la mitad de una reforma tributaria. Para 2024, el horizonte es sombrío y en el equipo de empalme del alcalde electo Carlos Fernando Galán ven con preocupación lo que sucede. Para 2024, la operación del sistema costará 6 billones de pesos y con el cobro del pasaje se recaudará el 49 por ciento.
Eso quiere decir que el FET va a requerir más de 3 billones de pesos adicionales. La situación es tan insostenible que se está hablando de aumentar e igualar la tarifa tanto del SITP como de TransMilenio en 3.100 pesos. Eso significa que las familias de estratos 1 y 2 tendrían que destinar mensualmente cerca del 20 por ciento del salario mínimo para movilizarse. De continuar el desangre, de aquí a 2028, el FET requeriría 15 billones de pesos adicionales, más los recursos que ya se le han invertido. Se estaría hablando de 26 billones de pesos, el valor de la primera línea del metro.