La internacionalista Laura Gil alista su equipaje porque en las próximas semanas se convertirá en la nueva embajadora de Colombia en Austria.
SEMANA conoció que desde el 14 de abril, semanas después de su salida del viceministerio de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, por diferencias con el canciller Álvaro Leyva, Austria confirmó el beneplácito de su nombre para representar a los colombianos ante ese país.
Sin embargo, el decreto de su designación fue expedido el 28 de mayo pasado por parte de la Cancillería de Colombia. La primera semana de junio, la analista política y de asuntos internacionales, fue notificada.
Por ahora, no se sabe si a Gil la posesionará el presidente Gustavo Petro, como ocurre con todos los cancilleres.
Sin embargo, lo más probable es que ocurra porque el jefe de estado no tomó partido frente a las diferencias de Gil y su canciller Leyva y optó por la prudencia y el silencio.
Sin embargo, la posesión efectiva de todo embajador es cuando está en el país de destino y entrega las credenciales.
Lo cierto es que se espera que a finales de julio, Gil tome un avión y aterrice en Viena desde donde despachará.
Se espera que cuando esté en Austria le entreguen su delegación como representante de las Naciones Unidas. Allí hay un programa fundamental donde la colombiana se desenvuelve muy bien y es el de la política de drogas.
Por ahora, están pendientes los beneplácitos de Alfonso Prada en la embajada de Colombia en Francia y el de Roy Barreras en el Reino Unido.