Luego de que este miércoles, 19 de abril, el Ministerio del Interior de Colombia fuera centro de una polémica por las palabras emitidas a través de sus redes sociales sobre la película de Mario Bros, en el que por un tema de identidad de género afirmaron que “ojalá Luigi sea marica”, distintas reacciones se han conocido, con voces dentro y fuera del país.
Si bien el mismo Ministerio se manifestó para reconocer que las palabras empleadas en el trino ‘no fueron las correctas’, sí reiteraron que su posición está orientada a generar conciencia frente a que “la homofobia mata”, advirtiendo apoyo a las iniciativas para visibilizar a las iniciativas LGBTIQ+.
No obstante, y pese a la explicación, varias voces arremetieron en contra de la entidad, incluido el reconocido politólogo argentino Agustín Laje, quién cuestionó no solo lo escrito en la cuenta de Ministerio de Gobierno, sino también el hecho de que la entidad hubiese borrado su afirmación.
Sobre el particular, el politólogo y escritor argentino, reconocido por su constante crítica a los gobiernos de izquierda en el continente, advirtió que lo ocurrido no es un error, sino que, por el contrario, no es más que la consecuencia de “la perturbación interior de estos lobistas de género metidos en organismos estatales”.
Frente a dichas conductas, el politólogo además señaló que estas “nunca dejan de asombrar”, y señaló además que lo ocurrido es el resultado de que “conflictos personales sean llevados a la política”, un hecho que concuerda con algunos de los aspectos que él ha manejado en sus libros cuándo se refiere a la denominada ‘nueva izquierda’, y a los temas que han sido priorizados por este sector del espectro político en la llamada ‘agenda pública’, refiriendo cómo estos se han convertido en parte de su discurso y sus ‘causas’.
Tras la reacción de Laje, quien próximamente tomará parte de la FILBo, se conocieron reacciones encontradas a través de las redes sociales, pues mientras algunos respaldaron su posición y pensamiento frente a cómo esa agenda de género ha permeado algunas entidades y escenarios públicos, otros han cuestionado que el politólogo argentino resulte opinando y entrometiéndose en cuestiones de la política interna de Colombia.