La llegada de Efraín Cepeda a la dirección del Partido Conservador significa un giro para las regionales de 2023. Por ahora, el primer efecto es que el expresidente del Congreso, Juan Diego Gómez, tendría el aval del partido para la Gobernación de Antioquia que le había negado Carlos Andrés Trujillo y quien apoya férreamente al polémico Julián Bedoya. Gómez estaba por fuera de la contienda porque no renunció al conservatismo, pero con la implosión que hubo y que terminó con el cambio en la dirección de la colectividad, el rumbo que estaba inclinado hacia la izquierda se enderezará y Gómez buscará alianza con sectores de centroderecha para fortalecer su aspiración, incluso con el Centro Democrático.