El cambio de contratistas de Hidroituango, que ha planteado Daniel Quintero ante el fallo de la Contraloría tendría efectos catastróficos para el país. El proyecto sufriría un retraso que algunos han calculado en 18 meses, lo que generaría riesgos en el suministro de energía y aumento en las tarifas. Además, SEMANAanticipó que uno de los principales peligros sería la salida del BID del proyecto y eso se traduciría en el cobro inmediato de la deuda a EPM por al menos 450 millones de dólares (unos 1,7 billones de pesos) y aceleraría los cobros de otros financiadores. El viernes, el presidente Duque lanzó esa alerta y agregó que estaría en jaque la seguridad energética del país. El primer mandatario aseguró que hay que garantizar que el proyecto tenga continuidad y que lo culminen quienes lo han trabajado. Esto sin contar las multas de la Creg a EPM por incumplimientos en la energía que debe entregar el año entrante y que podrían superar los 500.000 millones de pesos. Sensatez, por favor.