El exsecretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, no escapó a la salida del general Henry Salamanca de la Dirección Nacional de la Policía tras la decisión que adoptó este miércoles 12 de abril el presidente Gustavo Petro.
“Muy acertada decisión. Necesitamos menos exorcismos y más estrategias de seguridad ciudadana”, dijo Gómez.
Aunque el presidente no reveló las razones que lo motivaron a apartar del cargo a Sanabria, no hay duda que el general quedó en la cuerda floja después de la entrevista que concedió a SEMANA, donde reveló algunos hechos internos de la institución que generaron polémica.
Entre ellos, su confesión sobre los exorcismos que adelanta la Policía contra las fuerzas del “maligno”.
Narró detalles de cómo la Policía utiliza esta práctica a través de un sacerdote para bloquear desde la distancia a los bandidos mientras actúan los uniformados.
“Una vez, en Medellín, estábamos en la persecución de unos delincuentes. A uno de ellos lo apuñalaron y lo arrojaron del carro. Preferimos ayudarlo que seguirlos persiguiendo. Le tomamos el pulso y ya estaba muerto. Cuando estábamos esperando la unidad de levantamiento y de inspección del cadáver, el cuerpo empezó a arrastrarse. Eso fue sobrenatural. Un agente, de esos antiguos de Medellín, me dijo: ‘No, mi teniente, espere y verá'. Entonces empezó a buscarle por todo el cuerpo. Efectivamente, tenía enrollado un amuleto, se lo cortó y ahí murió. Ese tema existe desde hace muchos años y data de miles de años atrás. Aquí en la Policía lo hemos hecho, por supuesto, con el acompañamiento del obispado castrense. Gracias a Dios tenemos un obispado castrense, como otros cuerpos de Policía, que nos ayuda en ese trabajo de lucha contra el mal”, contó.
Alfonso Cano, Raúl Reyes y Jorge Briceño ‘El Mono Jojoy’, fueron sometidos a exorcismos a través de fotografías.
Sanabria además mostró su preocupación por los casos de VIH en la Policía. “¿Y por qué hay tanto VIH en la Policía?”, le preguntó en la entrevista la directora de SEMANA, Vicky Dávila, y el general respondió: “Lastimosamente, como somos tantos, hay una comunidad LGBTIQ grande en la institución. No hay de pronto esa educación que les permita a ellos ser cuidadosos en lo que hacen. Más o menos del 100 % de casos de todas las fuerzas, el 47 % es de la Policía. De acuerdo con lo que han querido decir, estamos hablando de unos 12.000 policías aproximadamente”.