En septiembre de 2020, durante la pandemia, el gobierno colombiano realizó un desembolso de 5.400 millones de dólares, dentro de la llamada Línea de Crédito Flexible que tenía aprobada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las autoridades locales, según dijeron en su momento, utilizarían el desembolso para responder a mayores necesidades de financiamiento, al tiempo que mantenían fuertes reservas externas en un contexto de mayor incertidumbre global. En ese entonces, el ministro de Hacienda era Alberto Carrasquilla, y el tipo de créditos flexibles están hechos para ser usados única y exclusivamente, para enfrentar una aguda crisis.

Posteriormente, en abril de 2022, cuando el jefe de la cartera ya era José Manuel Restrepo, el país fue a gestionar la renovación del cupo. El directorio ejecutivo del FMI aprobó un nuevo acuerdo de dos años, a favor de Colombia, dentro de la misma línea flexible, por un importe aproximado de 9.800 millones de dólares. No obstante, según señaló Restrepo, el cupo se consiguió con el compromiso de que no se iba a usar.

Ahora, este viernes 21 de octubre, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, luego de concluir un evento convocado por Asobancaria, en el que participó como conferencista principal la economista italiana Mariana Mazzucato, confirmó que no se empleará el cupo del mencionado crédito. Por el contrario, el jefe de la cartera económica de la nación estima que fue un error que el gobierno pasado lo hubiera usado, porque “es una especie de cuenta sobregiro. Uno la utiliza cuando realmente la necesita. No para financiar al gobierno”.

El funcionario agregó, además, que el próximo año se necesitarán “menos emisiones de TES (títulos de deuda pública)”. Aseguró que el Gobierno está realizando los estudios pertinentes para saber cuánto y si es viable entrar al mercado internacional o no, “por toda esta incertidumbre internacional. Esta crisis internacional tiene un efecto profundo sobre todas nuestras economías y vamos a ver la forma en la que logramos manejarla”.