Este viernes 1 de abril, la candidata presidencial Ingrid Betancourt sorprendió a los colombianos al anunciar que ha tenido acercamientos con el uribismo de cara a las elecciones presidenciales de mayo.
Aunque la exsecuestrada no ha hablado de encuentros ni alianzas políticas por ahora, no cerró las puertas a posibles encuentros con distintos sectores, entre ellos la derecha.
Ese anuncio cayó como un baldado de agua fría en distintos espectros políticos especialmente en la centroizquierda a la que Betancourt pertenece.
Los saltos de la colombo-francesa son tan polémicos que el congresista de la Alianza Verde, Mauricio Toro, aseguró que “ni en Netflix ha habido un personaje como Ingrid Betancourt”.
Recordó que la exsecuestrada regresó a Colombia, ayudó a juntar a la coalición Centro Esperanza, se lanzó como candidata a último minuto, “metió a su sobrina encabezando lista en Bogotá y, justo al final de la temporada, implosionó a la coalición”.
Agregó Toro que Betancourt ataca a Alejandro Gaviria por maquinarias, pero no ve dónde están las grandes maquinarias. “Y hoy, capítulo cierre de temporada: abre la puerta para juntarse al uribismo que no tiene candidato propio. Malabarismo político al extremo… cuando uno cree que ha visto todo”, afirmó.
Toro ha sido crítico de Betancourt. Celebró en su momento cuando la colombo-francesa arribó a la Centro Esperanza por el golpe de opinión que generó esa noticia, pero después, cuando la teóloga anunció su candidatura presidencial y se alejó de la convergencia de centro, el escenario es otro.
Hoy Ingrid Betancourt es una de las mujeres más criticadas en la centroizquierda, pese a que comienzos de 2022 era una de las figuras políticas que puso a sonar, ante los colombianos, la coalición Centro Esperanza.