El pasado 29 de marzo, la aerolínea Ultra Air decidió cesar sus operaciones, medida que se dio tras cumplirse un mes de la suspensión de servicios de Viva Air. Esta situación incrementa la incertidumbre, no solo en el transporte aéreo, sino en todas las actividades económicas que se articulan con los servicios que brindan las aerolíneas al crecimiento y competitividad del país.
Además, toda una polémica se creó luego de que algunos pasajeros quedaran varados sin poder llegar a sus destinos tras el cese de operaciones de la aerolínea. Sin embargo, eso no es todo. En los últimos días, una nueva polémica salpica a los directivos de Ultra Air.
Según estableció el diario La República, “la Fiscalía General de la Nación les abrirá investigación a las personas y empresas socias, miembros de la junta directiva, alta gerencia y demás responsables de la supuesta estafa de Ultra Air, empresa que en menos de un año y con solo cinco aviones vendió más de 300.000 tiquetes en promedio a USD 80, sin la infraestructura necesaria para prestar el servicio”.
Ese diario económico pudo conocer que “entre quienes entrarán bajo la lupa del ente acusador se encuentran David Bojanini, presidente de la junta directiva, y William Shaw, entre otros responsables de la presunta estafa de Ultra Air. El delito que pueden haber cometido se dio conscientes de que el servicio pactado en un contrato no se iba a prestar.
Por su parte, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, fue contundente: “Al quitarles la plata así a los colombianos se configura un delito. Estamos con el equipo económico del Ministerio de Transporte evaluando todos los temas de la posible configuración de un delito de estafa”. Sobre quiénes tendrían que responder por ese posible delito, en el caso de Ultra, el ministro contestó: “El presidente de la junta, David Bojanini, todos sus miembros, además del presidente de Ultra, William Shaw”. En el caso de Viva, Reyes dijo que Lalinde deberá responder.
A esto, el senador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar se sumó a las críticas y pidió que el hecho no quedara en la impunidad.
“Vender miles de tiquetes a pocas horas de cerrar la compañía es doloso. Y después echarle la culpa al gobierno por los turistas que no pudieron viajar producto de la estafa, es infame. Lo que hizo Ultra Air no puede quedar impune”, escribió el político en su cuenta de Twitter.