La imagen de Pablo Escobar cogido de la mano de su hijo en frente de la Casa Blanca es una de las más conocidas de la vida del capo. La historia de ese viaje la cuenta su hijo, hoy Sebastián Marroquín, en su libro “Pablo Escobar, mi padre”. Allí, cuenta que viajó a los Estados Unidos con su familia para hacer el viaje que muchos niños esperan en su vida: conocer Disney World en Orlando.
En el parque de diversiones, la generosidad de Escobar hacia su familia fue evidente: “Mi papá nos brindó acceso ilimitado a los juegos y atracciones, además de regalarnos numerosos souvenirs”. Aunque parecía que la familia estaba disfrutando de una experiencia normal, Juan Pablo revela en el libro que su padre ya enfrentaba problemas legales en ese momento.
Sin embargo, la verdadera extravagancia ocurrió en ese mismo paseo durante su visita a la Casa Blanca, donde aprovecharon una puerta entreabierta para colarse. Los Escobar recorrieron los jardines y tomaron fotografías. Años después, el capo era una de las personas más buscadas por ese gobierno.