Este jueves, 17 de noviembre, varios congresistas del Partido Conservador se reunieron en el Congreso de la República para analizar varios temas, entre ellos, la moción de censura contra la ministra de Minas Irene Vélez, que se hará desde el próximo miércoles 23.
Aunque el encuentro era para hablar de la agenda legislativa, el asunto de la moción de censura salió a flote porque nuevamente se puso sobre la mesa el malestar que hay en la colectividad por la falta de comunicación con el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Varios representantes a la Cámara dijeron que el canal de diálogo con el ministro del Interior Alfonso Prada y con el director del Dapre, Mauricio Lizcano, está cerrado por lo que “se sienten maltratados” a pesar de ser partido de gobierno.
Por esa razón, se pidió votar a favor de la moción de censura que están promoviendo integrantes de Cambio Radical y del Centro Democrático. Sorpresivamente, la solicitud tuvo acogida y, por ahora, el conservatismo será una de las colectividades de la coalición que apoyará la salida de la ministra Vélez.
El asunto de fondo es que los conservadores “no se sienten atendidos por los funcionarios del Gobierno” y quedó claro que están cansados de los desplantes. Ahora, el presidente de la colectividad, Carlos Andrés Trujillo, tendrá la responsabilidad de enderezar el camino y calmar los ánimos porque, además de la moción de censura, viene en camino el trámite de la reforma política y también estaría en duda el apoyo.