El escándalo de corrupción que estalló en la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo (UNGRD), en el gobierno del llamado cambio, ha sido considerado como uno de los más graves en la historia del país, por la fuerte suma de dineros desviados que debían parar a la atención de desastres y damnificados de la crisis climática.

Los principales protagonistas del escándalo son el exdirector de la UNGRD, Olmedo López, quien fue nombrado y posteriormente posesionado por el presidente Gustavo Petro; también está en la lista el exsubdirector de esa entidad, Sneyder Pinilla; exfuncionarios que están golpeando la puerta de la Fiscalía General de la Nación para concretar una negociación a través de un principio de oportunidad.

Sobre ese tema en particular, que ha generado alarma en el país por el profundo grado de corrupción, el mandatario colombiano sacó pecho este martes 9 de julio, señalando que su Gobierno recuperó $ 180.000 de ese escándalo, haciendo mención a Sneyder Pinilla y al departamento de Santander.

“Recuperados 180.000 millones de pesos girados a amigos de Sneyder en Santander”, posteó Petro.

Hace varias semanas, el jefe de Estado, frente al escándalo de corrupción que estalló en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), reconoció que su gobierno no ha podido cuidar bien los recursos públicos.

“Si el ejemplo no está arriba, no hay formas de que todos los rincones del Estado se limpien. Y este gobierno, que ha prometido la transparencia, no ha podido cuidar bien los dineros públicos. Gentes, personas, sin nada en el corazón, solamente con la codicia, han creído que han tenido la oportunidad para robarse el dinero de todos, el dinero del pueblo”, expresó Gustavo Petro.

De la misma manera, añadió: “Aún no sabemos completamente las realidades de este episodio último, que se cimentó allí en la entidad que tiene que cuidar de las gentes que son víctimas, la mayoría humildes, la mayoría sin nada, casi sin que tener, afectadas por las bravuras cada vez más poderosas del clima”.

“Hemos hablado mucho de la crisis climática, pero no hemos puesto cuidado a lo que significa en el diario vivir. Muertos, desplazados, gente ahogada, gente sin casas, gente a la que se le sacaba la vida, su mundo, de un momento a otro por el aguacero, por la inundación, por la sequía, por el huracán y cuantas cosas más, si no somos capaces de detener la inmensa maquinaria de la codicia mundial que genera la crisis climática”, anotó finalmente el mandatario.