Después de que el expresidente Álvaro Uribe tuvo una reunión con el presidente electo, Gustavo Petro, distintas reacciones de todo tipo se generaron en el país, junto a varias dudas. Una de ellas fue por qué Uribe sí aceptó reunirse con Petro, teniendo resultados positivos, y nunca hizo lo mismo con Juan Manuel Santos, quien fue su subalterno como ministro de Defensa.
Ni siquiera el papa Francisco, en diciembre de 2016, cuando invitó a dialogar a Uribe y al expresidente Juan Manuel Santos en el Vaticano, pudo tender puentes de la manera en la que lo hizo Petro. Pero el secreto es el siguiente: para Uribe, Petro es un “contradictor”, mientras que Santos es un “engaño”.