El histórico reconocimiento que hizo la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco) a varios pueblos indígenas colombianos no pasó por alto para el presidente de la República, Gustavo Petro, quien no dudó en hablar del tema.

El jefe de Estado, por medio de su cuenta de Twitter, destacó que cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Colombia hayan sido reconocidos y lleguen a ser catalogados como patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad.

“Hoy en Marruecos, la Unesco reconoció el Sistema de Conocimiento Ancestral de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Colombia como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”, expresó Gustavo Petro en el trino que publicó en sus redes sociales.

Ese resultado se logró luego de que en 2021 se realizó un arduo trabajo que se articuló entre las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, la Gobernación del departamento de Magdalena y el Ministerio de Cultura nacional para que la Unesco aprobara la postulación del Sistema de Conocimiento Ancestral como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En esa oportunidad se estableció la hoja de ruta para fortalecer estas manifestaciones culturales indígenas que marcan la identidad y la historia de sus comunidades.

El Sistema de Conocimiento Ancestral de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada (Kogui, Wiwa, Arhuaco y Kakuamo) es la base que sostiene los principios y valores culturales, la relación con el territorio y el manejo de los espacios y sitios sagrados, por lo que estar incluidos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial significa que se aprueba su Plan Especial de Salvaguardia (PES).

Cerca de 100 líderes indígenas pertenecientes a los pueblos: Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta se desplazaron a la capital. Foto: Guillermo Torres | Foto: GUILLERMO TORRES

En su momento, Atí Gúndiwa Villafaña, líder del pueblo arhuaco y representante del Equipo Dinamizador del PES, señaló que ese proceso iba a permitir que se tengan en cuenta los riesgos y amenazas de factores internos, externos y mixtos que atentan contra las manifestaciones culturales.

Por ejemplo, el conflicto armado, el desplazamiento forzado, el incremento de actividades ilícitas, el uso indebido de recursos tecnológicos y la contaminación del agua, entre otros.

“Más que una noticia, esto es una pedagogía cultural necesaria. Desde hace más de ocho años estamos trabajando en este proceso, no solo como Equipo Dinamizador que integra a los delegados de cada pueblo, sino como portadores de la manifestación”, dijo Gúndiwa.