Cuando se suspende el servicio de agua en cualquier hogar de Bogotá, en cuestión de horas hay caos. Pero una situación similar, por días y en el centro de reclusión más grande del país, el problema es una bomba de tiempo. Eso fue lo que ocurrió en la cárcel La Picota de Bogotá.

Los privados de la libertad de este centro de reclusión y desde el pasado lunes se quedaron encerrados y sin la posibilidad de ir al baño. Ese lunes se advirtió que algunos problemas en el servicio de agua, obligaron a suspenderlo. Lo hicieron y los detenidos corrían la voz de protestar ante una situación que pudo ser controlada, pero que terminó ignorada.

La crítica situación estaba, principalmente, en los pisos más altos del centro carcelario, donde la potencia del agua no alcanzaba para llenar los inodoros y permitir la ducha diaria. El problema estaba a punto de reventar una bomba de tiempo que por fortuna se logró desactivar con la intervención de la empresa de Acueducto de Bogotá.

En las últimas horas, el propio Inpec advirtió que el servicio de agua se restableció en toda la cárcel La Picota, gracias al trabajo de los funcionarios del acueducto, que oportunamente atendieron la urgencia en un evento que requería de inmediatez, dada la cantidad de personas que están privadas de la libertad.

“Agradecemos a @AcueductoBogota por la oportuna reacción a la contingencia que tuvo #LaPicota frente al servicio de agua de nuestra PPL. De igual manera, a la @USPEC_Colombia por el trabajo articulado que permitió restablecer el servicio de manera paulatina”, dijo el director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez.

Por ahora, los privados de la libertad en La Picota podrán usar los baños, que era la necesidad de más urgencia en el penal por estos días.