Desde hace unos meses se viene advirtiendo que algo huele mal en la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) y se ha pedido investigar lo que sería un carrusel de contratos en dicha entidad.

Recientemente, el empresario Sergio Venegas reconoció ante la Fiscalía que pagó coimas para resultar beneficiado en contratos y que Antonio Sanguino, jefe de gabinete de la Alcaldía de Bogotá, siempre estuvo al tanto de todas las operaciones.

“Todos los contratos que efectué en la UAESP son direccionados por él (Antonio Sanguino): botadero doña Juana, alumbrado público y cementerios del distrito”, afirmó el empresario ante la Fiscalía.

Sanguino, por su lado, interpuso una denuncia por calumnia e injuria en contra del empresario por sus afirmaciones.

Por esa razón, el Ministerio Público abrió una investigación disciplinaria contra la dirección de dicha entidad para determinar qué está pasando en materia contractual. La Procuraduría Delegada para la Contratación Estatal confirmó que la declaración juramentada del empresario Venegas ante la Fiscalía contiene elementos suficientes para indagar sobre las presuntas actuaciones de Sanguino.

Ya la Procuraduría venía investigando posibles irregularidades al interior de la UAESP en cabeza de la exdirectora Luz Amanda Camacho y las actuaciones de Carlos Arturo Quintana como subdirector jurídico; de Ingrid Ramírez, como subdirectora de servicios funerarios, y de Marcel Esquivel, contratista de la UAESP.