Un grupo de congresistas, en cabeza de la senadora Esmeralda Hernández, radicó este miércoles un proyecto de ley que tiene como objetivo la prohibición del uso del glifosato para la erradicación cultivos ilícitos.
Este es una de las propuestas banderas del Gobierno Nacional, que, en cabeza del presidente Gustavo Petro, busca erradicar de una vez por todas estas aspersiones en cultivos de coca.
Para la senadora Hernández Silva, coautora del proyecto, “el principal método de erradicación, durante años de lucha antidrogas, ha sido la fumigación con glifosato, y hoy, después de décadas, se ha demostrado que es una estrategia inefectiva e ineficiente, y al contrario, ha estado cobijada por una falsa lucha contra la ilegalidad”.
Señaló por último la congresista Hernández Silva, que en 1997 en Colombia hubo 160 mil hectáreas de coca, y que para 2021 esta cifra ascendió a las 204 mil, lo que lo calificó como una “estrategia fracasada”.
Según Greenpeace, una ONG líder en temas ambientales, y con oficinas en más de 55 países del mundo, el glifosato se utiliza para destruir las llamadas “malas hierbas”, pues evita que las plantas produzcan las proteínas necesarias para crecer, y finalmente mueren. Al tratarse de una aspersión que no discrimina el tipo de plantas, sus residuos permanecen en los cultivos, e ingresan al ser humano mediante el consumo de alimentos.
Lo anterior, también es apoyado por la Organización Mundial de la Salud, que desde el 2015 señaló a este herbicida como “cancerígeno probable”, y causante de enfermedades endocrinas.
Esta opinión no es compartida ni por la European Food Safety Authority (EFSA), la mayor autoridad sanitaria europea, ni por la Agencia Europea de Sustancias Químicas, que han concluido, en densas investigaciones, que el glifosato no implica riesgo de cáncer en las personas.